El retorno al viejo oeste… de nuevo.
La precuela que se hizo esperar casi 19 años de su primer entrega (Desperados: Wanted Dead or Alive) llega a medidados de junio y es uno de los grandes representantes en el género para lo que va del 2020. Por suerte, GOG liberó una demo con tres misiones a jugar que nos permiten vislumbrar el segundo gran juego de Mimimi.
Si el juego te recuerda al alabado Shadow Tactics: Blades of the Shogun es porque ambos están desarrollados por el mismo estudio, lo que nos demuestra que a pesar de ser relativamente joven, es capaz de cargarse al hombro a la franquicia cual damicela en apuros y rescatarla del olvido total.
El rescate claramente tiene que tener música épica y así comienza el juego, con una canción que te enciende cual dinamita a punto de ser lanzada contra unos forajidos. Aunque una vez que estamos jugando, la euforia es ascendente en cuanto a la acción per se, ya que comenzamos la demo con un tutorial donde el joven John Cooper acompaña a su padre en una misión como asistente para explicar las mecánicas básicas.

Antes de seguir con los tiros, me gustaría destacar la gran personalización que ofrece el sistema de dificultad. Tu salud, la reacción de los enemigos y unos pocos aspectos más te ayudarán a acomodar la inteligencia artificial de una forma acorde a tus habilidades.
Y la necesitarás, porque a menos que seas un estratega experto, te dejarán como un colador a cada paso que des. Por eso mismo el juego insiste tanto en los guardados rápidos, que te salvarán la vida una y otra y otra vez.
No lo hagas muy seguido si querés mantener tu honor, porque una vez se termina cada misión ves todos los desafíos que tenías disponibles para realizar (lo que permite una gran rejugabilidad) y una repetición con todas tus estadísticas ¿Cargaste mucho? el juego te lo recordará con un gran ícono rojo que te hará replantear tus habilidades (risas).

Continuando con nuestra misión, nos encontramos en una donde tenemos que despejar el clásico ferrocarril lleno de forajidos, que tienen a punta de espada (de revolver mejor dicho) a unos civiles gracias a que obstruyeron el camino del tren y necesitas limpiar toda la zona de dos formas: sigilosa o a los tiros.
Claramente el juego incita a que seas sigiloso con todos los enemigos ya que (como cualquier persona) más de dos disparos no sobrevivirás. Ahí es donde entran nuestro ingenio para resolver de la forma que puedas cada situación, aunque cada misión varía entre las posibilidades que se te ofrece, siendo algunas más lineares y otras más abiertas.
Esto se facilita gracias a los cinco personajes que podrás controlar, donde cada uno tiene diferentes habilidades y ofrece diferentes soluciones. Esto es otra de todas las similitudes que comparte con el anterior juego (del estudio) donde se controlaban otros cinco protagonistas.

Y por lo menos en la demo, es de lo que más se vió «pecar» al juego, de ser uno muy continuísta en comparación con la revolución que se vió en Shadow Tactics (2014). Aunque continuar lo que hizo uno de los grandes juegos de la estrategia en tiempo real de la actualidad no es nada malo, pero me hubiese gustado ver qué se podía optimizar.
Por lo menos ya sé qué me puedo encontrar en Desperados 3 y no es nada malo… ¿no?