reseña de biomutant

RESEÑA DE BIOMUTANT

Pequeños mutantes con grandes ambiciones

Seguramente Experiment 101 no esperaba un junio tan movidito como el que tuvo. El lanzamiento de un videojuego nunca supone un simple acontecimiento para el estudio, es cuando más foco hacen las luces en la obra, y Biomutant puede estar tranquilo que lo que menos hizo fue pasar desapercibido. No sólo estuvo en boca de todos por el juego en sí, sino por varios aspectos que rodearon el título: desde su precio en sí hasta encontrarse en medio de la histórica guerra de consolas.

El estudio sueco no es el equipo más grande evidentemente, pero eso no evitó que su ambición quedara corta. Un mundo abierto como obra prima no es poca cosa, en especial cuando hay que sacar versiones para siete tipos de consolas diferentes (tanto octava como novena generación) además de las variantes especificaciones para PC.

Un mundo no tan abierto

Biomutant nos sitúa en un mundo post-apocalíptico, donde la humanidad parece haber desaparecido hace ya un tiempo. Lo único que quedan son animales mutados, principalmente roedores, que evolucionaron al punto de manipular habilidades extravagantes. Como siempre que hay poder, hay conflicto. Esto provocó que todos comenzaran a agruparse en facciones y a luchar por el destino del Nuevo Mundo. El Árbol de la Vida es el último bastión para la aniquilación total, y nosotros como protagonistas debemos elegir un bando para así definir su destino: defenderlo y tener una chance más para sobrevivir, o dejarlo morir junto a todos los seres vivos.


reseña de biomutant


La polución es el eje principal del videojuego, los humanos la ignoraron y fue justamente ella la que acabó con su existencia. Biomutant no intenta ser sutil en este aspecto, no quiere ser una película de Hayao Miyazaki. Es bien directo desde la primer hora, manteniéndose así hasta el final de la campaña, a veces dando vueltas sobre lo mismo, y tornando bastante redundante el mensaje.

Si bien el juego se plantea como un mundo abierto, con El Árbol bien en el centro de todo, lo cierto es que no es tan libre como parece. Sí, podemos ir y volver cuantas veces queramos, pero tanto las misiones como la narrativa nos empujan siempre a ir hacia adelante. El mapa se divide en cinco regiones, completar una nos da acceso a la siguiente. Una vez dejamos una zona atrás, no hay mucha razón para volver. Hay algunas que otras misiones secundarias, pero el objetivo plasma algo más lineal que un sandbox.

Kung Fu Ratón

Lo que más vamos a estar haciendo con nuestro roedor es combatir, e indudablemente Experiment 101 se esmeró mucho en este sistema. Cuando creamos nuestro personaje debemos elegir entre cinco clases: Pistolero tiene un gran énfasis en armas a corta distancia, mientras que Comando tiene la mismas virtudes pero a largos espacios; Psicólogo es el más estrafalario con sus poderes psiónicos, parecidos a Cole de inFAMOUS; Saboteador se especializa en combatir cuerpo a cuerpo, con un arma filosa en cada mano; y por último tenemos a Centinela, quien tiene mayor resistencia, diseñado para soportar más daño de lo habitual. A priori, todas parecen bastante singulares con sus respectivas estadísticas, habilidades pasivas y activas, pero a la larga mucho no importa. Muchas de las peculiaridades de cada clase pueden ser utilizadas por las demás, eso sí, sin tanta efectividad.

Para ser un Action RPG, el combate tiene una profundidad más que respetable, desde un buen abanico de combos para la espada, hasta diferentes tipos de munición para las armas de fuego. Se le puede sacar mucho jugo a este apartado, en especial cuando también introducimos las mecánicas de crafteo. Todas las armas pueden ser modificadas y mejoradas con materiales que hayamos encontrado a lo largo y ancho del mapa. Sí, Biomutant tiene botín, con sus recompensas de distintos colores y rareza.


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Por encima de todo esto, nuestro personaje también es un experto en kungfu. Tiene la posibilidad de dejar atrás cualquier tipo de arma, y libera sus manos para activar su Devil Trigger o Ira Espartana. Al igual que DMC y God of War, es un estado cuasi-invencible en el que hacemos más daño y recibimos menos. Al igual que el resto de las mecánicas, ésta se puede mejorar y hacerla aún más letal.

¡Cállate, cállate, que me desesperas!

Todas parecen ser buenas noticias con respecto al combate, el tema ocurre a la hora de ponerlo en práctica. No es que los enfrentamientos sean malos, pero el impacto de nuestros ataques no se siente lo suficientemente satisfactorio. Los enemigos no reaccionan correctamente al recibir un golpe, muchas veces quedándose tal cual no hubiesen recibido daño alguno. El sonido también tiene que ver, si quizás estas acciones tuvieran algún efecto sonoro que los acompañaran, no se sentirían tan vacías. Visualmente se ven bien las batallas, pero es el audio el que ensucia este punto.


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Más allá de su implementación, el audio también falla a la hora de representar personajes. Técnicamente ninguno de los NPC tiene diálogos hablados. Lo que se escucha son cuchicheos que suenan siempre igual, dejando implícito de de alguna manera el idioma de estas criaturas. Una voz en off, omnipresente, traduce estas conversaciones, y prácticamente todas las acciones que realiza nuestro roedor, hace de tutorial e incluso da la bienvenida cada vez que inicias el juego. Muchos se han quejado de esta locución, tildándola de insoportable, en especial la voz española, la cual no tiene carisma y hasta incluso se le nota falta de ganas. De hecho, el estudio lanzó un parche semanas después que daba la opción de quitar por completo al narrador si lo deseábamos.

Se puede ver claramente que algunos conceptos de Biomutant han sido inspirados en otros populares videojuegos. Cada tanto debemos resolver puzzles del mismo carácter de Bioshock, girando piezas en cierto orden para crear una camino en un tablero. Al igual que en Fallout, la radiación es un elemento bastante presente, por los trajes anti-radiación cumplen una función vital. Y por supuesto no nos podemos olvidarnos de Bastion, quien fue el primer gran exponente en hacer uso de un narrador parlanchín.

¡Bienvenido a la industria del videojuego!

El diseño artístico resulta bastante único, no solamente porque controlamos a estos animalitos con sus ropas rústicas, sino porque hay una riqueza en los escenarios que complacen mucho al recorrer. Esos puentes destruidos, el óxido en las paredes y los colores tan saturados le dan una fuerte personalidad. Seguramente no tenga el mejor diseño de niveles y hay que admitir que no hay mucho para más que el combate, pero al menos visualmente cumple. Además las zonas son muy diferentes entre sí, cada una con su bioma. No es simplemente un gran bosque.


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Lamentablemente Biomutant se vio envuelto en una polémica bastante estúpida. Debido al sistema de retrocompatibilidad de las consolas, el juego en Xbox Series X corre a 4K, pero en PlayStation 5 a 1080p. No son versiones nativas de la novena generación, sino que son mejoras de las que se encuentran en Xbox One X y PlayStation 4 Pro. A pesar de haber anunciado que eventualmente llegarían versiones que sí realmente aprovecharan las capacidades de las nuevas consolas, esta actual diferencia fue suficiente para que ambos bandos comenzar a pelear como siempre. Unos calificando a Experiment 101 de favoritista y vaga, otros sacando chapa por unos píxeles. Lo mismo de siempre.

Ni tan malo como lo pintan

El precio de los videojuegos siempre genera debate. Algunos creen que se debe tener en cuenta la duración de la campaña, otros si solamente están enfocados en el multijugador, y están los que piensan que se debe ajustar el valor según qué tan puntero tecnológicamente sea. Era obvio que cuando se anunció que Biomutant iba a salir a 60 Dólares se armaría controversia. ¿Cómo un indie iba a costar lo mismo que lanzamientos sandbox como Assassin’s Creed y Watch_Dogs? Un equipo de veinte personas no es lo mismo que los miles de Ubisoft, no pueden osarse a ponerse de igual a igual. Más allá de cualquier ironía, las comparaciones son inevitables con estos titanes, después de todo forman parte del mismo género. No es raro que alguien que pague a precio completo espere todos los chiches.

Particularmente creo que sí, debería haber salido un poco más barato. No por no estar a la altura de un AAA con sus presupuestos infinitos, pero se le notan costuras y recortes de un estudio de apenas veinte personas. Si nos ponemos justos, luego del combate, profundo pero con fallas, y su lindo diseño artístico, no hay mucha más por hacer. Algo de exploración, sin demasiada libertad y pocos puzzles. Aún así, no todos los videojuegos tienen que romper el molde para ser entretenidos, y Biomutant lo es. Tal vez Experiment 101 pecó de ambicioso, queriendo abarcar lo más posible, pero el merito de haber hecho un mundo abierto con un grupo tan pequeño no se lo quita nadie. Como mínimo, quiero seguirles las pistas con lo que hagan a futuro, y eso siempre es una buena noticia.

ImOctavius

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Redacción. Soldado de Kojima.
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