El musical navideño tuvo un paso por Japón más que destacado en materia de videojuegos
Tim Burton siempre estuvo atraído por la fechas festivas, principalmente por Halloween y Navidad. El excentricismo de su persona hizo que muchas veces lograra fusionar estas dos celebraciones, y películas como «Edward Scissorhands» y «Batman Returns» nacieron con esta impronta. Sin dudas el film donde más dejó esta huella fue «The Nightmare Before Christmas«, la cual cuenta la historia del Rey de Halloween Town, que por aburrimiento y fascinación decide apoderarse de la temporada navideña, y así mejorarla.
La pregunta que seguramente todos se están haciendo es, ¿qué tiene que ver el musical de Burton con los videojuegos? Lo cierto es que «El extraño mundo de Jack», como se lo llamó en Latinoamérica, tiene un historial de adaptaciones a juegos más que interesante, que curiosamente ninguno sigue la misma trama de película.
El extraño reino de los corazones de Jack
Pocas veces se ha visto un crossover tan atípico y a la vez tan fructuoso como el de Disney con Final Fantasy. Kingdom Hearts fue una de las últimas odas de SquareSoft antes de la fusión con Enix, que contaba con la presencia de varios niveles exclusivamente dedicados a largometrajes de la compañía del ratón. «Alice In Wonderland», «Aladdin» y «Hercules» tenían el suyo, y «The Nightmare Before Christmas», por supuesto, también.
Si bien el mundo de Tim Burton hace presencia en el primer juego, éste simplemente se limita a explorar la parte Halloween de la obra. Es recién con Kingdom Hearts II (2005) que la Navidad y sus personajes interactúan con Jack, Sora, Donald y Goofy. En esta ocasión el Rey de Halloween Town decora el lugar con adornos navideños, y junto al trio protagonista viaja a Christmas Town para recibir el consentimiento de Sandy Claws. Momentos más tarde, Maleficent, sí, la misma de «La bella durmiente», llega y recluta a Lock, Shock y Barrel, los traviesos del pueblo, como esbirros. La intención del hada malvada, secuestrar a Santa Claus y destruir su hogar.

Como es costumbre en la saga, el jugador puede incluir en su party varios de los protagonistas de los diferentes mundos. Si bien solamente manejamos activamente a Sora, es posible darle órdenes a nuestros compañeros. El famoso esqueleto se posiciona como hechicero y, al igual que Donald, sus ataques son muy efectivos, pero con una gran tendencia a agotarse rápidamente.
Los esqueletos pueden llorar
Square no fue la única compañía japonesa que trabajó con la IP, Capcom también tuvo su propia adaptación. The Nightmare Before Christmas: Oogie’s Revenge, lanzado en 2004, se sitúa un año después de los eventos del film, y como bien indica el nombre, Oogie Boogie regresa para tomar el control del poblado halloweenense.
Que Capcom se hiciera cargo de la licencia por esos años, era una certeza que la balanza se inclinaría por el hack n’ slash. Por suerte si hay alguien que puede destacarse con el género es el autor de Devil May Cry, y es que los parecidos con los juegos de Dante no son pocos. En uno de los videos del youtuber TheGamingBritShow, se puede ver como varias mecánicas originales de Oogie’s Revenge reaparecieron en futuras entregas de DMC. Jack tiene su propio Devil Trigger, transformándose en Santa Jack y en Pumpkin King; puede lanzar un látigo para alcanzar zonas puntuales, como Nero en DMC 4; y como no puede ser de otra manera, hay un gran énfasis en los combos y la puntuación obtenida.
Al ser Capcom la editora de ambos títulos, no es realmente sorpresa que muchos desarrolladores se encargaran de llevar sus ideas a otros proyectos. Lo interesante es que con el paso de los años, varios de ellos mudaron a otras empresas e implementaron mecánicas en otras sagas. Algunos movimientos de Jack, por ejemplo, se repiten también en Bayonetta, de PlatinumGames y SEGA, otro gigante japonés. Desde luego, no es común que un juego de licencia se aproveche tan bien e influya tanto en los titanes del mismo género.
La última sinfonía de Halloween Town
Curiosamente al viaje del huesudo por Japón le quedaba una parada más, y encima para una consola portátil. En 2005, The Nightmare Before Christmas: The Pumpkin King salió para Gameboy Advance, de la mano de la todavía vigente Tose. Narraba el primer encuentro entre el trajeado protagonista y Oogie Boogie un año antes de los acontecimientos del film, y a pesar que lleve la palabra «Christmas» en el título, no hay siquiera una mera mención a ella.
Lejos de la acción y los RPG, The Pumpkin King es un metroidvania hecho y derecho, con armas y habilidades desbloqueables. El pixelart que aborda es encantador, con un cuidado sorprendente a los diseños de los personajes y los escenarios. Asimismo, las animaciones de Jack, tanto para alcanzar una plataforma arqueando su cuerpo, o las posiciones imposibles para ciertos ataques, están extravagantemente bien hechas.

Más allá de cualquier virtud que tengan, tampoco podemos hablar de que los trabajos de Capcom y Tose sean obras atemporales. Ninja Gaiden y Metroid Fusion salieron antes para las mismas plataformas y claramente son muy superiores, pero sí hay que admitir que son mucho mejor de lo que cualquiera suele esperar de derivados del séptimo arte. En especial Oogie’s Revenge, que lo experimentado allí derivó a los grandes exponentes de los hack n’ slash.
La etapa nipona de «The Nightmare Before Christmas» está más que cerrada. En el reciente Kingdom Hearts III brilló por su ausencia, y actualmente apenas se reduce a tener pequeñas participaciones en proyectos más grandes, como los difuntos Disney Infinity y Disney Crossy Road. Hoy los lanzamientos simultáneos con películas cada vez escasean más, y quizás la única manera de volver a ver a Jack Skellington sea que el mismo Tim Burton o algún otro quiera reflotar este musical tan icónicos de los 90’s.