Este sentimiento empezó a ser usado cada vez más en los juegos
La nostalgia es ese sentimiento de deseo y tristeza por un momento, situación o acontecimiento del pasado y, que cuanto más alejado de la actualidad esté, más fuerte es. Todos la atravesamos alguna vez en distintos momentos de nuestras vidas, hasta en nuestra relación con el mundo de los videojuegos. Últimamente este sentimiento se empezó a utilizar como estrategia para generar más ventas, impulsadas por los jugadores nostálgicos.
Los juegos retro y un viaje al pasado
Los gráficos son considerados un aspecto cada vez más importante en los videojuegos actuales. Y ciertos títulos hasta llegan a recibir duras críticas si no cumplen con lo prometido. A pesar de esto, algunos desarrolladores deciden ir contracorriente y recurrir a un estilo gráfico más retro para sus obras. Esto provoca que este tipo de juegos sea más atractivo a la vista para el público veterano, que probablemente recuerde con cariño y nostalgia sus inicios como videojugadores. Títulos como Shovel Knight o Cuphead son ejemplos claros de que los gráficos modernos no lo son todo para que un juego sea bueno y triunfe. Y obviamente su éxito no se debió solamente a los jugadores de la vieja escuela.

La nostalgia producida por esta clase de videojuegos se podría considerar la más “limpia” de todas. El estilo gráfico los vuelve más llamativos, pero no pareciera que se lo elija por el mero hecho de generar más ganancias. Al menos en estos casos específicos. Los títulos como los nombrados anteriormente no solo basan su éxito en su aspecto retro, si no que son buenos juegos en su totalidad. Eso se demuestra con las buenas críticas y premios que recibieron (tanto Shovel Knight como Cuphead fueron reconocidos como mejor juego independiente en los Game Awards). Obviamente hay excepciones de juegos con gráficos retro que no son buenos y hasta se aprovechan de los nostálgicos.
La moda de los remakes
El relanzar videojuegos antiguos tanto en forma de remakes o remasters se convirtió en una moda desde hace varios años. Pocas sagas reconocidas y exitosas se salvan de no haber tenido nunca uno de estos. Resident Evil, Spyro o Final Fantasy son solo tres ejemplos de títulos que recibieron remakes o remasters recientemente. No cabe duda de que el objetivo principal de estas versiones es atraer a los jugadores que disfrutaron los juegos originales, impulsados por esa mágica nostalgia. De todas formas, los remakes no solo están ahí para los nostálgicos. También permiten que grandes títulos no queden en el olvido por su antigüedad tanto gráfica como jugable y que más gente los pueda probar. A pesar de lo anterior, creo se está abusando demasiado de los remakes y llega a ser cansador ver tantos en el mercado.
Los remasters son muy diferentes, ya que no suelen ser de videojuegos tan antiguos, por lo que la nostalgia no debería ser tan fuerte. En tiempos de transición entre generaciones de consolas (justo como el que estamos pasando actualmente), estas versiones abundan todavía más. A diferencia de los remakes, si jugaste la versión original de estos juegos, a mi parecer no tiene mucho sentido recomprarlos. El único cambio es el gráfico, así que si no los aprecias mucho, lo mejor es dejarlos pasar. Pero, por otro lado, si se asemejan con los remakes en que posibilitan que nuevas personas prueben títulos que no pudieron anteriormente por distintas razones.
Que los remakes se hayan puesto de moda no es casualidad. Los fanáticos los piden y las desarrolladoras los dan, sabiendo que la gente comprará los remakes sin pensarlo mucho. El pedido de rehacer clásicos posiblemente se deba a los avances gráficos y a la nostalgia. En algunas ocasiones inclusive se utiliza como forma de retomar o “revivir” una franquicia. Eso mismo ocurrió con Crash Bandicoot, que recibió un remake de su trilogía original en 2017 y tres años más tarde se continuó la saga con un nuevo juego. En este último caso creo que los remakes no están mal, ya que sin ellos las nuevas entregas tal vez perderían repercusión.

La nostalgia nubla la objetividad
La nostalgia, como casi todos los sentimientos, puede nublar nuestro juicio y memoria. Especialmente si se trata de algo lejano en el tiempo. Es por eso que cuando rejugamos títulos de nuestra infancia puede que nos desilusionemos al notar que en nuestra memoria todo era distinto (y hasta mejor). ¿Por qué sucede esto? la razón principal y la más lógica es que uno suele cambiar sus propios pensamientos a medida que crece, influenciado por las experiencias. Esto provoca que miremos las cosas con distinta perspectiva. Por todo lo anterior debemos intentar que la nostalgia no nos controle a la hora de comprar un juego porque podemos llegar a desilusionarnos. No olvidemos que la nostalgia es un negocio cada vez más grande y exitoso en los videojuegos, por lo que podemos llegar a ser engañados..
Otra de las razones es que el mundo de los videojuegos progresó mucho en varios aspectos en los últimos años. Entonces, un título que hace 20 años era muy bueno puede que haya envejecido mal y para los estándares actuales no sea bueno. Es por eso que a pesar de la nostalgia, puede que no disfrutemos un juego de nuestra infancia si sufrió el paso del tiempo.
La nostalgia, un negocio en crecimiento
La nostalgia es indudablemente un negocio que genera muchas ganancias en el mundo del entretenimiento y los videojuegos no son una excepción. Que seamos parte recién de la segunda o tercera generación que vive en tiempos en los cuales los videojuegos ya son algo masivo explica el por qué la nostalgia se empezó a usar recientemente. Al principio de los 2000 no hubiera tenido mucho sentido lanzar un remake de un título si el original no había salido hace muchos años.
A medida que pasen los años, probablemente veamos cada vez más remakes porque habrá muchos más juegos que las desarrolladoras puedan elegir. Y esto no es para nada malo mientras las compañías no se aprovechen de los jugadores y la nostalgia la mezclen con calidad.