Idas y vueltas arriba de naves anti-gravedad, Wipeout supo ser una de las marcas insignias de PlayStation
Hoy a las consolas de Sony las relacionamos fuertemente con God of War, Ratchet & Clank, Spider-Man y Uncharted, pero hay una saga de juegos que ha estado desde la primer PlayStation. Ha hecho presencia en cada una de las generaciones posteriores, e incluso en PSP y PS Vita. Wipeout es ella.
Para los despistados, Wipeout es una serie de juegos de carreras con vehículos futuristas anti-gravedad a alta velocidad. No sólo trata de cruzar la meta antes que los demás, sino también de combatir con los rivales. Cada nave posee un sistema de armas que pueden sacar de juego temporalmente a los contrincantes.
Su historia siempre se vio reflejada con sacar provecho máximo de las máquinas de Sony. Ya fuese por demostrar las capacidades 3D con sus polígonos en la consola de 64-bits, por mantener el framerate imposiblemente estable a grandes velocidades en PSP, o por recrear esas pistas extremadamente pulcras en PS3.
Siguiendo la filosofía de explotar el potencial de cada consola, no es nada raro que hayan tenido una incursión por los cascos VR de PS4. Wipeout Omega Collection, quizás su entrega más redonda, daba la posibilidad de jugar por completo el título con los cascos de realidad aumentada. Ya este juego sobresalía en el catálogo por ser uno de los pocos que lograban 4K nativos en PS4 Pro, y sumado a la experienca VR, sin dudas se posicionaría a como una de las propuestas más sorprendentes de la octava generación.
Componiendo la personalidad de Wipeout
Wipeout surgió de la mente de Jim Bowers y Nick Burcombe de la desarrolladora británica Psygnosis. Por la década de los 90’s, entre tanto britpop, uno de los géneros musicales que más relevancia tenía en esas tierras era la electrónica. Grupos como The Chemical Brothers y The Prodigy empezaban a pisar fuerte en la escena europea, y su sonido claramente futurista no podía ir más de la mano con el nuevo videojuego. Estas dos bandas y otras más como Orbital conformaban un soundtrack bien representativo, tan así que las siguientes entregas seguirían este sonido y nunca mirarían hacia los costados.
Con una música tan distintiva, la estética del juego también tenía que serlo. La sola imagen de naves anti-gravedad ya da a entender que la ambientación no puede ser otra que futurista. Las pistas enrevesadas, imposibles para cualquier otro vehículo, se iluminan con luces de neón y destellos eléctricos a lo largo de las pistas. La interfaz tampoco se queda atrás, con las fuentes bien rectangulares imitando la cabina de un piloto (que cuando uno juega con la cámara en primera persona le encuentra aún más sentido).
Para que se destacara entre tanto juego de carreras, Keith Hopwood y The Designers Republic armaron una campaña de marketing que no estaría exento de controversia. Un póster con dos jóvenes cansados con las narices despidiendo sangre y una frase debajo con las palabras “a dangerous game”. Indudablemente una postal fuerte que no pasaría desapercibida, pero que también daría a entender la imagen extrema que quería dar el juego. La cosa se agravaría cuando Neil Thompson, el líder artístico del juego, afirmara que la letra “E” de “WipEout” hacía referencia a “éxtasis” (esctasy).

Declive para el nuevo milenio
Los primeros cuatro juegos fueron desarrollados por Psygnosis (uno de ellos salió para Nintendo 64, Wipeout 64), que a pesar de haber sido comprado por Sony en 1993, mantenía cierto status de independencia. En 1999 fue renombrado Studio Liverpool como símbolo de consolidar a la empresa como parte de la Sony Computer Entertainment.
A pesar de que Wipeout tuviera una comunidad muy fiel y de que siempre fuera un referente tecnológico para PlayStation, lo cierto es que nunca se convirtió en el éxito comercial que otras IPs de conducción lograron, como Gran Turismo o Need For Speed. Por supuesto que éstas apuntaban a otros públicos, pero el gran impacto que Wipeout consiguió en los 90’s, no pudo ser capitalizado al nivel que Sony pretendía. Es por eso que en 2012 el estudio fue cerrado. A pesar de ello, la serie tendría un lanzamiento más, Wipeout Omega Collection para PS4. Remasterizaría Wipeout HD (PS3), su expansión Wipeout HD Fury y Wipeout 2048 (PS Vita), y estaría a cargo de una colaboración entre tres estudios. Éstos serían XDev, Clever Beans y Creative Vault Studios.

Recuperando el legado
Con Wipeout guardada en el cajón, parecería que las carreras con vehículos anti-gravedad están más enterradas que nunca. Afortunadamente el legado que dejó la obra de Psygnosis inspiró a otros a no dejar ir esta idea tan vertiginosa. Varias secuelas espirituales han sido lanzadas al mercado en los últimos años, Redout siendo una de las más populares. Este año sale Pacer, un juego que tranquilamente podría pasar por una nueva entrega de la saga. Un futuro realmente alentador para el género.
A vísperas de PlayStation 5 y con la potencia que trae consigo, 4K nativos, 120 FPS y el SSD superrápido, parece no haber mejor momento para traer devuelta a la serie anti-gravedad. Como dijimos anteriormente, Wipeout siempre se caracterizó por explotar al máximo las máquinas de Sony, y sería una verdadera lástima que durante la novena generación, nos perdamos una nueva entrega que sinceramente puede volver a sorprender como siempre lo hizo.